Ciclismo en la Línea Verde desde Châtellerault
Escapada a la naturaleza, A los niños les encanta, Historia viva

¡Súbete a tu bicicleta y prepárate para una escapada ciclista familiar! ¡La antigua línea ferroviaria entre Châtellerault y Loudun se ha convertido en un paraíso para los ciclistas! Émilie, Antoine y sus dos hijos, Lily y Roméo, te llevan a una aventura ondulante. Pedalea con total tranquilidad por la naturaleza, atravesando pueblos con encanto.
¡Toma el comienzo!
Bienvenido a la línea Châtellerault–Lencloître, una antigua vía ferroviaria convertida en carril bici y, sobre todo: 100% libre de coches y sin estrés. Desde 2017 lleva con orgullo el nombre de Sylvain Chavanel, el campeón local de ciclismo. No te asustes, no necesitas ser campeón del mundo para enfrentarte a... la línea verde ! ¡Aquí no hay límites de tiempo ni cuestas que escalar: perfecto para una salida familiar!
¡136 años de historia bajo nuestras ruedas!
136 años es la diferencia entre su inauguración en septiembre de 1886 y nuestro paseo en bicicleta. Cada paisaje recorrido es testimonio del pasado de la línea que, hasta 1980, fecha del último convoy de mercancías por ferrocarril, permitió el desarrollo de estos territorios a través del intercambio comercial de productos locales:
- Du la madera vino en vivo desde Monts-sur-Guesnes
- Las productos de huerta de Lencloître
- Du vino de Berthegon
Después de ajustar los sillines e inflar los neumáticos en Chatellerault, punto de partida de la línea, estamos listos. A medida que transcurren los kilómetros, los paneles informativos, instalados a lo largo del antiguo camino, van desvelando esta historia y aportando información sobre patrimonio natural que nos rodean.
la orquídea cabra, cornejo de sangre, lantana viburnum y arce sicómoro, no tendrá más secretos para Lily y Romeo.
¡A través del túnel de plantas!
Justo después de su visita a Besse, sumérjase en un túnel de plantas, ¡el lugar fresco e ideal después de tanto deporte! Al salir, tenga cuidado: ¡cruce la D725 para regresar hacia Scorbé-Clairvaux! Permanezcan atentos... entre las ramas, pronto verán el castillo de Haut-Clairvaux, fortificado por un tal Ricardo Corazón de León (¿les suena?). Y en cada encrucijada, levantamos el pie del acelerador: la seguridad es lo primero. Aprovecha para contemplar las pequeñas casas de los porteros que también cuentan un poco de historia.
Una ruptura con el pasado…
Un cartel antiguo, una estación que no ha cambiado ni un ápice en décadas... y ¡listo!, ¡regresamos al pasado! Parece la época de los trenes de vapor. Casi podemos oír el “chu-chu” a lo lejos.
Spoiler: era solo un coche. Pero shh, ¡soñemos!
¡Es hora de la merienda! ¡Y créanme que es bien merecido! A mitad de camino, varias señales invitan a descubrir lugares turísticos… El castillo de Scorbé-Clairvaux, el complejo conventual de Lencloître o incluso el magnífico Castillo de Monts-sur-Guesnes ¡y su viaje a través del tiempo! ¡Grandes excusas para nuestros próximos paseos!
Cortado del mundo
Después de Lencloître, la ruta nos lleva a Berthegon por una larga recta a veces arbolada que ofrece algunas sorpresas. Por ejemplo, la vista del sublime Château de La Plaine del siglo XIX.º siglo de Savigny-sous-Faye plantado en una ladera.
La llegada a laantigua estación de tren Monts-sur-Guesnes, particularmente bien conservado, revela impresionantes silos. Estos silos dan testimonio del comercio de granos que se desarrolló aquí en la década de 30. Esta llegada también nos dice que estamos casi al final de nuestro viaje.
¡A la vista del pequeño aparcamiento habilitado en La Roche-Rigault, terminal de la Línea Verde! Comienza el sprint final: los niños salen a toda velocidad, como si los 37 km no les afectaran. ¡Estamos felices de haber “viajado” a través del tiempo y la naturaleza, como si estuviéramos aislados del mundo!